Omaha implementa entrenamiento adicional en uso de fuerza para la policía tras recientes incidentes en tiroteos
En respuesta a recientes incidentes de disparos en los que se han visto involucrados oficiales, el jefe de policía de Omaha, Todd Schmaderer, ha anunciado la obligatoriedad de un entrenamiento adicional en el uso de la fuerza para todos los agentes del Departamento de Policía de Omaha (OPD). En un comunicado de prensa emitido el viernes, se informó que todos los oficiales participarán en un entrenamiento de simulación VirTra, conocido como “Shoot/Don’t Shoot”, diseñado para mejorar la toma de decisiones en situaciones de alto estrés y reforzar el juicio crítico durante situaciones que requieran el uso de la fuerza. El jefe Schmaderer subrayó la importancia de estos entrenamientos, afirmando que “tomamos muy en serio cada incidente que involucra a nuestros oficiales y estamos comprometidos a proporcionar la mejor capacitación disponible. Este entrenamiento adicional ayudará a nuestros oficiales a tomar decisiones en fracciones de segundo con precisión, contribuyendo así a la seguridad y confianza dentro de nuestra comunidad”. Este entrenamiento especializado es complementario a la capacitación anual que ya reciben los oficiales del OPD. La decisión de Schmaderer se produce unas semanas después de que el jefe de policía ofreciera una conferencia de prensa para revisar los detalles de los eventos que condujeron a la muerte por disparos de Steven Phipps Jr., de 22 años, a manos del oficial Noah Zendejas durante una persecución a pie tras una detención de tráfico. Este incidente generó un intenso escrutinio sobre los procedimientos del departamento y la necesidad de un enfoque más riguroso en la capacitación de sus oficiales. Además, en agosto, el oficial Adam Vail disparó y mató a Cameron Ford, de 37 años, quien se encontraba desarmado. Este trágico evento ocurrió mientras las autoridades ejecutaban una orden de allanamiento sin previo aviso, lo que llevó a Schmaderer a recomendar el despido del oficial involucrado y a suspender la ejecución estándar de tales órdenes. El nuevo programa de entrenamiento busca no solo preparar a los oficiales para situaciones extremas, sino también fomentar una cultura de responsabilidad y confianza dentro del cuerpo policial y con la comunidad a la que sirven. A medida que las críticas sobre el uso de la fuerza por parte de la policía se intensifican en todo el país, el Departamento de Policía de Omaha se esfuerza por adaptarse y mejorar sus prácticas. La implementación de esta formación no solo responde a las presiones externas, sino que también refleja un compromiso interno por parte del OPD para garantizar que sus oficiales estén equipados con las herramientas necesarias para manejar situaciones difíciles de manera efectiva y con el mínimo uso de la fuerza. La comunidad observa atentamente cómo estos cambios impactarán en la relación entre la policía y los ciudadanos, esperando que conduzca a un entorno más seguro y confiable para todos.
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