Tatuajes comunes podrían llevar a deportaciones y prisión: migrantes vinculados al Tren de Aragua sin pruebas claras
En medio del creciente control migratorio en Estados Unidos, tatuajes tan comunes como una estrellita en el hombro o una corona de rey podrían estar llevando a inmigrantes —particularmente venezolanos— a ser identificados como presuntos miembros del grupo criminal Tren de Aragua, lo que ha resultado en deportaciones inmediatas y encarcelamiento en El Salvador.
Según reportes de medios como El País, Telemundo Houston y Univisión, autoridades de inmigración han incrementado la vigilancia sobre ciertos símbolos corporales que asocian con pandillas criminales. Entre estos se encuentran coronas, estrellas, dados, trenes, rosas, armas y hasta frases populares como “Real Hasta la Muerte”. Muchos de estos tatuajes, sin embargo, no tienen relación directa con actividades delictivas y forman parte de la cultura general, del arte urbano o tienen significados personales para quienes los portan.
En marzo de 2025, al menos 238 venezolanos fueron deportados directamente a la megacárcel de El Salvador, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), con base en la sospecha de pertenecer al Tren de Aragua. La mayoría de los casos, según organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch, ocurrieron sin un debido proceso legal ni evidencia concluyente. En varios de ellos, los tatuajes fueron la única “prueba” presentada por las autoridades.
“Estas acciones equivalen a detenciones arbitrarias y posibles desapariciones forzadas”, denunció un representante de HRW. “Muchos de los deportados ni siquiera sabían que sus tatuajes podrían ser malinterpretados.”
Incluso documentos internos de agencias federales estadounidenses reconocen que los tatuajes no son un indicador definitivo de afiliación a pandillas. A pesar de esto, el temor entre migrantes ha crecido, especialmente en comunidades latinas, donde el uso de símbolos como coronas, relojes o iniciales religiosas es común y no implica ninguna actividad criminal.
La situación ha generado alarma entre defensores de inmigrantes, quienes recomiendan a las personas con tatuajes visibles que consulten con un abogado si enfrentan procesos migratorios, y que se informen sobre los posibles riesgos que ciertos símbolos corporales podrían representar en el contexto actual.
Mientras tanto, la línea entre seguridad nacional y criminalización cultural sigue siendo motivo de preocupación en Estados Unidos.
