Las Comadritas / Bomberos
(Toc, Toc) —BUENOS DÍAS COMADRITA, PÁSELE A LO BARRIDO. ¿CÓMO ESTÁ? —Bien comadrita. ¿Y usted, qué hace? —PUES, ACABO DE ENTRAR. ESTUVE ARREGLANDO EL JARDÍN Y MI HUERTA, ESPERO QUE ESTE AÑO SÍ PUEDA COSECHAR, AUNQUE SEA LOS TOMATES Y LAS CALABACITAS. ¿SE ACUERDA QUE EL AÑO PASADO SE COMIERON TODO LOS CONEJOS Y LOS MAPACHES? —Sí comadre, pero veo que ahora sí les puso su buena malla. —SIÉNTESE COMADRITA, QUE ME MUERO POR UN CAFECITO. ¿Y QUÉ HAY DE NUEVO, COMADRITA? —Pues, aparte de la buena granizada que nos cayó la semana pasada, no ha habido novedades. —¿Y SE DAÑO MUCHO SU CARRO CON EL GRANIZO, COMADRE? -Sí comadre, le contaron más de mil impactos, afortunadamente sí lo cubre mi seguro y me lo van a arreglar. ¿Y a usted cómo le fue? —YO ACABABA DE LLEGAR Y YA VE QUE MI VOCHITO CABE EN CUALQUIER RINCONCITO, PUES LO METÍ A LA COCHERA Y EL RUTILO TENÍA SU CARRO EN EL PARKING TECHADO DE SU TRABAJO. —Pues hubo muchos daños en algunas zonas de la ciudad, árboles caídos y choques. Los bomberos no pararon de trabajar. —OIGA COMADRE ¿SERÁ CIERTO QUE LOS BOMBEROS LLEGAN A CUALQUIER PARTE DE LA CIUDAD EN MENOS DE CINCO MINUTOS? —Sí comadrita, eso a mí me consta. —¿PUES QUÉ LE PASÓ COMADRITA? —Fíjese que yo estaba recién llegada a Omaha y, por descuido mío, se me quemó un sartén con aceite y empezaron a sonar las alarmas y yo no las localizaba para desactivarlas. Llegaron los bomberos en tres minutos, checaron toda la casa, abrieron las ventanas y vieron que todo quedara en orden. —PUES QUÉ SUSTO COMADRE, PERO A TODAS NOS HA PASADO ESO. CUANDO NO ES EL SARTEN SON LOS FRIJOLES O LA SOPA, POR ESO HAY QUE FAMILIARIZARSE CON LAS ALARMAS Y LOS CÓDIGOS. —¿Y hoy no tiene una nueva historia que contar, comadre? —PUES YO ENCANTADA, ESPERO NO ABURRIRLA, ES RELATIVA A LOS BOMBEROS. —Sus cuentos y sueños son muy interesantes. —¡Y A VECES INCREÍBLES! MIRE COMADRITA, EN LA COLONIA DONDE YO VIVÍA, ALLÁ EN CUCHILLO PARADO LLEGABA TODOS LOS AÑOS UN CIRCO LLAMADO “LOS HERMANOS CORAZÓN”. NO SÉ SI SE ANUNCIABAN EN LA RADIO O CON VOLANTES, PERO LO HACÍAN TAMBIÉN POR MEDIO DE UNA AVIONETA QUE VOLABA MUY BAJO POR TODA LA ZONA Y LLEVABA UN MEGÁFONO. “UNA MAÑANA OÍ LA AVIONETA Y RESULTA QUE NO ESTABA ANUNCIANDO EL CIRCO, SINO AVISANDO QUE SE ESTABA QUEMANDO EL CERRO. RÁPIDAMENTE SALÍ A LA AVENIDA QUE BAJABA Y POR EN MEDIO DEL CAMELLÓN VENÍAN LAS LLAMAS. LOS BOMBEROS ESTABAN HACIENDO ZANJAS PARA IMPEDIR QUE SIGUIERA EL FUEGO. LLEGUÉ A MI CASA Y VI QUE JUNTO A LA PUERTA DEL REFRIGERADOR ESTABA UN CHARCO DE SANGRE. LE PREGUNTÉ AL RUTILO QUÉ HABÍA PASADO Y ME DIJO QUE CORTARON LA LUZ POR EL INCENDIO Y LA CARNE SE DESCONGELÓ. LE DIJE QUE IBA A COCINARLA PARA QUE NO SE ECHARA A PERDER. EL ALIATÓ EL ASADOR Y SE PUSO A ASAR LA CARNE. MÁS TARDE VI A MIS VECINOS QUE ESTABAN COMIENDO, INCLUSIVE VI A LOS QUE YA HABÍAN MUERTO COMO ADRIANA, PAQUITA Y LA DOCTORA SALMA. TAMBIÉN ESTABAN LOS BOMBEROS QUE APAGARON EL FUEGO Y LUEGO NOS PUSIMOS A JUGAR CARTAS. —¡Ay comadrita! Será que usted tiene sembrada una plantita verde en su jardín…….
