Julián Carranza Pulido, el pequeño talento de 12 años que ha conquistado corazones con su forma peculiar de dominar el acordeón  

De raíces latinas, Julián Carranza Pulido demostró su gusto por la música a la corta edad de 10 años cuando comenzó a interactuar, en primera instancia, con el teclado. Acercamiento suficiente para darse cuenta de que era eso, en parte, lo que quería hacer para satisfacer un gusto que más tarde se convertiría en una vocación, pues a los 11 años su abuelo materno, el señor Fernando Pulido, vio en su amado nieto no solo las cualidades para destacar, sino aptitudes propias de un joven talentoso que, a la par de sus estudios y sus variados complementos propios de su edad, podría desarrollar para comenzar a forjarse un camino dentro del ámbito artístico musical.

En la imagen Julián con su abuelito, el señor Fernando Pulido

“Mi nieto comenzó a tocar el acordeón por puro entretenimiento, lo hizo a través de una Tablet y en la aplicación Mezquite. Así que un día le dije que si lograba aprenderse las mañanitas, le compraría un acordeón real para que pudiera practicar y aprenderlo en otro nivel y lo hizo. Un día simplemente llegó y me dijo que ya lo había logrado y quedé tan impresionado que, indudablemente, su tenacidad me animó a cumplir mi palabra y comprarle su primer acordeón”, comentó con orgullo el señor Fernando Pulido.

Por supuesto no ha sido fácil, es decir, Julián no es hijo único pues tiene la fortuna de complementar su vida con sus hermanos mayores Daniel y Stephanie de 15 y 14 años respectivamente, y quienes lo apoyan y motivan en cada una de las presentaciones que ha tenido. Daniel por ejemplo, quien en algún tiempo también se vio influenciado por la trompeta, en ocasiones le hace segunda mientras su hermana Stephanie acompaña sus arreglos con bailes al ritmo de las melodías.

Familia Pulido, hermano Daniel, mamá Wendy, hermana Stephanie y abuelito Fernando

“Me gusta mucho aprender cosas nuevas y es gracias a mi mamá y a mi abuelito que estoy aquí, pero también a mis hermanos con quienes me apoyo y divierto cuando no estoy practicando algún instrumento, pues además toco el clarinete, la trompeta, la guitarra y el teclado, pero también me gustan las matemáticas y trato de aprovecharlo todo con alegría. Recuerdo que, en las pasadas fiestas del Cinco de Mayo, tuve la oportunidad de estar en el escenario tocando con Los Nobles, pero también lo he hecho con Calibren 50 y Los Dos Carnales, y estoy muy feliz por esos logros”, expresó el pequeño Julián, una promesa que vive su vida como cualquier otro niño de su edad, pero que la complementa con el alimento del alma descrito como una de las bellas artes.

Julián con integrantes de Calibre 50

“Como madre solo puedo decir que me siento muy orgullosa de cada uno de mis hijos. Siempre he apoyado sus pasos y lo que quieren hacer, animándolos a descubrir y explorar sus gustos. No es fácil porque cada uno busca metas distintas, pero con paciencia y amor, y sobre todo con mucha unidad familiar, hemos logrado hacer un gran equipo entre todos con el líder de la banda que es mi papá. Así que invito a todas las mamás, los papás que puedan estar leyendo este artículo para que destaquen el talento de sus hijos. No ignoren sus inquietudes y traten de alentarlos a alcanzar sus sueños”, compartió con orgullo Wendy Pulido Hernández, madre de Julián.

“Afuera hay muchas distracciones negativas, mucho peligro y lo mejor que podemos hacer es ver por ellos y sus necesidades sin hacer de lado que son niños y tienen que vivir sus vidas como tal. Nosotros no le exigimos a mi nieto que esto lo haga como algo prioritario, pero que sí lo haga con dedicación y responsabilidad cuando dedique su tiempo a ello, y lo hace. En sus ratos libres juega con sus hermanos, tiene pasatiempos propios de su edad y creo que ahí está la clave. Dejar que sea el niño que es, que se divierta y disfrute lo que hace. Por ello no quiero dejar pasar la oportunidad de agradecer a Luis Fernando Bustos, quien, como acordeonista, ha brindado gran enseñanza a mi nieto donando de su tiempo para darle clases sobre todo lo que sabe de este maravilloso instrumento. Asimismo, a Joy Camarillo con quien en algún momento se desarrolló en la banda musical Los Traviesos”, enfatizó el señor Fernando.

Así como Julián, estoy seguro de que hay muchos niños que pueden aprovechar sus talentos natos de manera divertida y a su beneficio. Aquí la cuestión es el apoyo que reciben y es por de más decir que no siempre es así por falta de tiempo y recursos, pero para ser honestos, es mejor ver la alegría de un niño haciendo algo que ama y que podría ser una pasión de por vida, que verlos desperdiciar su tiempo de calidad en esta vida tan llena de contrastes, pero hermosa, y la que solo vivimos una sola vez. ¡Apóyalos!  

Agradecemos su tiempo y dedicación a la familia Pulido, y a ti Julián, nunca desistas de este maravilloso sueño porque así como tu alientas a otros jóvenes a jamás darse por vencidos, me gustaría tener la fortuna de poder verte crecer y entrevistarte de nueva cuenta cuando ese pequeño gran brillo te haya llevado a ser más allá de lo que ahora sueñas.