Centro residencial de Sioux City ayuda a los reclusos a prepararse para su liberación

Uno de los grandes problemas que enfrentan las personas que dejan la cárcel tras cumplir su condena es como reinsertarse en la sociedad, al no contar, en muchos casos, con familiares cercanos ni recursos financieros.
Sioux City conoce muy bien este grave inconveniente, por ese motivo, el centro Linn A. Hall, brinda alojamiento, contención y capacitación a los ex penitenciarios.
La instalación alberga actualmente a 99 residentes: cada uno de ellos debe encontrar empleo, no consumir drogas o alcohol y pagar su alquiler mensual.
Los testimonios de los ex presidiarios son realmente muy fuertes y conmovedores. Jesse cuenta: “Este lugar ha sido muy amigable, muy servicial. Sin este punto de partida, no sé dónde habría estado. No habría tenido ningún lugar donde ir. Esto me ha dado la oportunidad de mejorar y volver a la sociedad”.
Por su parte, Justin confiesa: “Me enseñó cómo hacer un presupuesto; nunca supe cómo hacerlo antes de venir aquí. Ahora sé cómo ahorrar mi dinero, eso te prepara para entrar al mundo real. Consigues un trabajo y te acostumbras a trabajar todos los días, las responsabilidades normales que todos tienen te las devuelven, y si no los tuviste, te enseñan a tenerlas”.
El lugar, además, ofrece un ambiente estable y relajado. Benjamín, un ex presidiario con muchos años de experiencia en la cárcel, señala: “La vida aquí es mucho más tranquila en comparación con la prisión, ahí siempre hay gente que hace algún tipo de locura, eso hace que el ambiente sea incómodo porque siempre hay que estar en guardia, nervioso. Aquí, todo el mundo simplemente quiere no meterse en problemas e irse a casa”.
Isaac está completamente de acuerdo con su compañero: “Llegar aquí nos permite poder romper ese patrón de comportamiento destructivo que teníamos”.