Desde Ario de Rosales, Michoacán hasta el hermoso estado de Nebraska, el Burrito Mexican Restaurant

La sencillez, la fortaleza y la generosidad son cualidades muy destacadas en las personas destinadas a la grandeza, personas que, ajenas a este país, buscan incansablemente el éxito a través del sueño americano. En este número, me complace presentarles al Señor Leonardo Angel y su esposa la señora Ana Tapia, una pareja de emprendedores provenientes de Ario de Rosales, Michoacán México, quienes, durante su travesía en los 27 años que llevan radicando en el país de las oportunidades, no se han dado por vencidos y continúan luchando por esa mejor vida por la que dejaron atrás numerosas ilusiones, anhelos y a sus familias, encontrando en el negocio restaurantero la dicha de hacer no solo algo que les gusta y apasiona, sino también el placer de tener una vida productiva pese a los múltiples obstáculos a los que se han tenido que enfrentar.

“Llevamos 27 años establecidos en los Estados Unidos y no ha sido fácil. No es que uno venga creyendo que todo será así, pero el idioma es el principal reto al que muchos nos tenemos que enfrentar día a día. Cuando llegamos no sabíamos nada de inglés y no es que hoy por hoy lo sepa con fluidez, pero uno se tiene que adaptar y encontrar la manera de salir adelante por uno, por su familia, por sus hijas”, comentó el señor Leonardo. “Primero estuvimos en California, ahí fue donde nos establecimos durante muchos años, pero decidimos movernos de allá por los altos costos de la vivienda y el estilo de vida y en busca de un lugar con más oportunidades para poder emprender. Hemos hecho de todo, uno se tiene que adaptar y trabajar en donde haya cualquier tipo de oportunidad, pero nuestro fuerte ha sido la industria restaurantera. Mi esposa y yo hemos compartido ese gusto, aunque en diferentes áreas, pero fue gracias a ello y después de vivir en Iowa que decidimos adquirir la responsabilidad de este restaurante en el que también mis hijas trabajan”, agregó.

El Burrito Mexican Restaurant se encuentra en Milford, Nebraska y es parte del condado de Seward, un pequeño poblado ubicado a unos 10 minutos de Lincoln en donde esta familia ha logrado plantar una semilla de nuestra cultura gastronómica a su propio estilo, que le ha hecho ganar adeptos y se ha colocado en el gusto de los pobladores y viajeros, así como compatriotas y hermanos hispanos que trabajan en los alrededores. 

“Nos gusta lo que hacemos y lo hacemos con esfuerzo y dedicación. Nuestros clientes vienen aquí porque encuentran una variedad de platillos bien servidos y muy sabrosos. Muchos de ellos adaptados al paladar de los comensales que suelen ser más residentes de la región que de nuestra comunidad, pero les agrada la sazón y eso los motiva a regresar de nuevo. También tenemos clientes de otros lugares, personas que vienen desde lejos los fines de semana para comer aquí y eso nos da mucho gusto y nos da ánimos”, expresó.

Padres de familia de dos hijas de nombre Alexa y Selegna, tanto el señor Leonardo como su esposa Ana se han enfrentado a múltiples retos y obstáculos en el camino, pero siempre con la fe de que el mañana traerá un mejor porvenir en todo lo que se propongan. Y es que, el trabajo en un sector como este es muy voluble, especialmente por las temporadas tan marcadas como el invierno que resulta ser la más difícil, y si bien esta inversión les ha traído cierta estabilidad, también han visto con mucha lentitud las mieles de la victoria en sus ganancias. Tal vez por el “remoto” sitio en el que se encuentran o quizá porque mucha gente aún desconoce de este acogedor restaurante en el que, con total seguridad, al visitarlo uno queda con ganas de regresar por la deliciosa variedad de platillos que tienen, pero también porque esta generosa familia de emprendedores lo hacen sentir a uno cálidamente bienvenido con sus atenciones y el gran corazón que tienen.

Así que solo me resta el invitarles a visitarlos, a disfrutar de una opción culinaria única en este bello estado, y si lo hacen les aseguro que no se van a arrepentir, porque no solo tendrán la oportunidad de conocer a buenas personas, sino también de apoyar su negocio y sus sueños, su emprendimiento y ser parte, ser testigos de su éxito. Porque esto, indirectamente, nos beneficia a toda la comunidad latina al poner muy en alto nuestras raíces a través de la comida. Dese la oportunidad de hacerlo, si va hacia Lincoln la dirección es 749 Fifth St Milford, NE 68405.

Agradecemos a la familia Ángel Tapia por su tiempo, dedicación y atenciones en nuestra visita para realizar este artículo.