El niño y el ada de los dientes

Por Yolanda Estrada

Esta es la historia de un niño de cinco años llamado Emilio. Acaba de terminar el jardín de niños. Cuando le salió el primer diente, se lo mostró a su madre y ella le dijo: “Ponlo debajo de la almohada y el Hada de los Dientes te dará algo de dinero”.
Por la noche, puso el diente debajo de la almohada y se fue a dormir. A la mañana siguiente se despertó y miró debajo de la almohada, pero no había dinero y el diente seguía allí.
Su madre había olvidado poner el dinero debajo de la almohada y recoger el diente. Ella le dijo que probablemente su cabeza estaba tan pesada que el ada no podía mover la almohada.
A la noche siguiente la madre entró en la habitación de Emilio y vio que estaba durmiendo en el suelo. Puso debajo de la almohada cinco billetes de un dólar, recogió el diente y lo metió en su cama.
A la mañana siguiente, cuando despertó, su madre escuchó un grito de alegría y preguntó cuánto dinero le había dejado el Hada de los Dientes. Él le mostró sólo un billete de un dólar.
La mamá de Emilio estaba muy sorprendida y no sabía qué hacer. No podía decir que el Hada de los Dientes había dejado cinco dólares, porque supuestamente nadie lo sabía.
Emilio había escondido cuatro billetes de dólar en su mochila escolar; entonces la madre de Emilio dijo: “Puede ser posible. ¿Estás seguro? Creo que el Hada de los Dientes se equivocó” ¡Estoy seguro! dijo Emilio”
La madre telefoneó a su marido en secreto y le contó lo sucedido.
Cuando el padre llegó a casa, la madre le dijo: “Emilio, cuéntale a papá lo que pasó” Y él le contó la historia. El padre dijo: “Voy a llamar al Hada de los Dientes; creo que es un gran error, porque ella nunca le dejó a tu hermana mayor solo un dólar”.
“El Hada de los Dientes no tiene número de teléfono” dijo Emilio. “seguro que tiene”! dijo el padre; y le mostró su teléfono con el nombre de HADA DE LOS DIENTES y un número falso.
Antes de que el padre pudiera hacer la llamada telefónica, Emilio admitió que había escondido cuatro dólares en su mochila porque nunca le dieron más de medio dólar para gastar en la escuela. Cuando su madre le preguntó por qué había dormido en el suelo, él dijo: “Porque mi cabeza es demasiado pesada y el Hada de los Dientes es muy pequeña”.
Por supuesto, Emilio fue castigado con diez días sin su Tablet. Y solo le dieron un dólar para gastar en la escuela cada día.
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